El movimiento sufragista británico se dividió en dos tendencias: una moderada y otra radical, que era partidaria de la acción directa.
Millicent Garret Fawcet encabezó a las sufragistas moderadas que se agruparon en la Unión Nacional de Sociedades de Sufragio Femenino (National Union of Women's Suffrage Societies). Centraba su labor en la propaganda política, convocando mítines y campañas de persuasión siguiendo siempre el orden y la legalidad.
A principios de siglo Emmeline Pankhurst creó la Unión Social y Política de las Mujeres, siendo la radical, que aparte de los requerimientos legales recurrían a tácticas violentas como el sabotaje, el incendio de comercios y establecimientos públicos, o a las agresiones a los domicilios privados de políticos y miembros del Parlamento.
Hicieron hasta huelgas de hambre en la cárcel, a lo que se le respondía con más comida. Estaba en vigor la Ley del Gato y del Ratón, en la que cuando se veía que peligraba el estado de salud de las mujeres, se les sacaba de la cárcel, y, al estar recuperadas se las volvía a meter. Durante la Primera Guerra Mundial hubo una tregua sufragista, y al final de ésta al verse los méritos de todas las mujeres se les concedió en 1918 el voto a las mayores de 30 años, y en 1928,a todas las mujeres mayores de edad.
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