Buscaban el acceso a la educación, la cultura y trabajo remunerado. Al igual que los movimientos en los demás países, fue un movimiento heterogéneo, es decir, estaba compuesto por diferentes tendencias y objetivos.
Nunca adoptó la acción directa violenta como estrategia de combate ni alcanzó un grado destacado de militancia. En consecuencia, la resonancia social de las feministas españolas fue bastante reducida.
Las principales protagonistas del feminismo español en el siglo XIX son la escritora Emilia Pardo Bazán la cual denunciaba que los avances tecnológicos y políticos logrados durante todo el siglo sólo habían propiciado un mayor distanciamiento ente los dos sexos; y la penalista Concepción Arenal, la cual aceptó que en la vida de una mujer es muy importante ser esposa y madre pero que no toda su vida se centraba en ello.
La supremacía del hombre sobre la mujer se ve claramente reflejada en el discurso de a domesticidad en el cual el prototipo de la mujer era el “Ángel del hogar”, “La perfecta casada”…..La subordinación de la mujer estaba justificada con el pretexto de que la mujer era genéticamente inferior al hombre, sólo era un mero complemento de éste, utilizada como elemento para perpetuar la especie.
En el campo que más se avanzó fue en la educación debido a varias iniciativas, aunque el modelo de enseñanza varió muy poco, por lo que seguían las reglas del conocimiento de la función doméstica de la mujer; principalmente debido a la resistencia de la generalización de la enseñanza femenina. En 1910 se produjo la posibilidad de acceder a la educación superior mediante el reconocimiento social, en un momento en el que el analfabetismo se encontraba en un 70%.
Es en esta época cuando ya se puede hablar de un movimiento feminista de emancipación propiamente dicho.
Años más tarde, pese al retraso del feminismo español, algunas mujeres realizaron campañas para defender la igualdad de la mujer con una ideología de reforma pedagógica, reformismo católico, nacionalismo catalán u obrerismo anarquista y socialista. Estas mujeres desarrollaron campañas a favor de la educación de la mujer, el acceso al trabajo y promoción personal.
Entre estas mujeres destacan :
-Dolores Monserdá, escritora y feminista, defendió los derechos de la mujer obrera desde una ideología nacionalista catalana y católica intentando mejorar las condiciones laborales a las que estaban sometidas las mujeres en el siglo XIX. Fue la creadora del Patronat d’Obreres de l’Agulla.
-Teresa Claramunt, fue una obrera textil y militante anarcosindicalista, que formó un partido político anarquista en Sabadell, y que fue llevada varias veces a la cárcel. Denunciaba que la mujer era la esclava del esclavo e intentaba defender los derechos de las trabajadoras explotadas.
-Rosa Sensat, educadora y pedagoga catalana; contribuyó a la educación pública en Cataluña y reivindicó la dignificación del trabajo femenino y la renovación de la enseñanza femenina.
-María de Echarri, concejal del ayuntamiento de Madrid, reivindicó mejoras laborales en las mujeres obreras desde un punto de vista católico. Su propuesta más importante es la “Ley de la Silla”, la cual obligaba a los empresarios a dar una silla a todas las mujeres que trabajaban en sus empresas.
A partir de los años veinte, las feministas querían obtener un trato igualitario con los varones. En 1918 surge en Madrid La Asociación Nacional de Mujeres Españolas, que pedía promocionar a las mujeres en la vida política y revisar las leyes discriminatorias de la mujer dentro de la familia.Estaba formada por mujeres de clase media, escritoras, universitarias, y entre sus dirigentes principales destaca la figura de María Espinosa. El feminismo se acercó al sufragismo y el voto de la mujer se convirtió en la principal meta de algunas mujeres. Tras esta asociación surgen numerosas agrupaciones en las que destaca la Cruzada de Mujeres Españolas, dirigida por la socialista Carmen de Burgos.
Con la proclamación de la Segunda República se inicia un gran debate político en torno al sufragio femenino. Desgraciadamente la concesión del voto femenino no se atribuyó a la presión de los grupos feministas, sino por las reformas introducidas en la legislación de la Segunda República Española. Era opinión generalizada que las mujeres eran conservadoras debido a la influencia de la Iglesia. Esto fue el causante de que hubiera un importante debate en la aprobación del derecho al sufragio femenino en España en la Constitución de 1931. Por un lado la derecha se oponía al voto femenino, alegando que el lugar de la mujer era el hogar; mientras que la izquierda apoyaba la igualdad entre ambos sexos defendiendo el derecho a ser elegidas y votar. A pesar de ello, muchos republicanos no estaban a favor de ello.
Como principales representantes estaban:
-Clara Campoamor diputada del Partido Radical y presidente de la Unión Republicana Femenina. Apoyaba el derecho del sufragio femenino argumentando que los derechos del individuo exigen un tratamiento igualitario en hombres y mujeres.
Por el otro lado estaban:
-La radical socialista Victoria Kent y la socialista Margarita Nelken, que rechazaban la concesión de del sufragio femenino ya que decían que las mujeres no estaban preparadas para el voto.
Finalmente la Constitución estableció los principios de igualdad entre ambos sexos y se aprobó la “Ley del Divorcio” en 1932 en el que todos los derechos se igualaban más aún.
Algunas mujeres se incorporaron a la política como Dolores Ibarruri, más conocida como Pasionaria, la que era presidenta del Partido Comunista de España que dijo "Más vale morir de pie que vivir de rodillas"; Federica Montseny, partidaria de la CNT y del anarquismo, fue Ministra de Sanidad y de Asistencia Social durante la II República ; Victoria Kent, que era partidaria del Partido Radical Socialista y fue Directora General de Prisiones; Clara Campoamor, que era diputada del Partido Radical y presidente de la Unión Republicana Femenina, fue directora general de Beneficencia.
Después de todo lo logrado, la derogación de la democracia bajo la dictadura de Franco acentuó más la desigualdad de las mujeres. El franquismo supuso el fin de la democracia y libertad para cualquier ciudadano español, peor para la mujer significó mucho más: la pérdida de todos los derechos logrados en la Segunda República y la consolidación de un sistema de valores basado en el machismo y que le obligaba a volver al hogar, considerándola inferior de todas las formas tanto legal como jurídicamente.
Se defendía que las capacidades intelectuales y físicas del hombre eran muy superiores a las de la mujer, siendo ella un mero complemento de él, ocupándose del ámbito doméstico mientras que él se encargaba de los asuntos públicos. Se prohibió la coeducación a nivel educativo, debido a que el único rol que podía ejercer la mujer en la sociedad era ser madre y esposa por lo cual se debía recibir una educación separada del hombre e inferior a la de él durante muchos años. Además se dictaron normas de comportamiento social y buenas costumbres en las que se refería a la manera de vestir de las mujeres (vestidos largos y sueltos con poco escote…). Se creó una sección dirigida por Pilar Primo de Rivera, llamada Sección Femenina de Falange Española que intentaba fomentar el espíritu nacionalsindicalista y valores tradicionales que evocaban a la figura de la madre y esposa. Contaba con revistas y enciclopedias en las que se refería a cómo debían emplear el tiempo las mujeres en el ámbito doméstico, cómo tratar a los maridos e hijos...
Además de todo ello, la mujer casada perdió su capacidad legal y el marido era el que administraba todos sus bienes, no se podía usar anticonceptivos, abortar ni divorciarse. El código penal restableció el delito de adulterio y concubinato, sólo castigado si era la mujer la que lo cometía.
En el trabajo, se intentó que la mujer casada sólo trabajase en el hogar y se aceptó la desigualdad salarial entre los dos sexos y el despido de la mujer. Las mujeres trabajadoras eran penalizadas y necesitaban un permiso del marido para poder trabajar fuera de casa.
A finales de los años sesenta volvió a aparecer el feminismo en España, manifestándose con un tono reivindicativo, el derecho de igualdad y poder alcanzar derechos políticos.
Así se consiguió la igualdad, y actualmente, la mujer tiene los mismos derechos que los hombres en nuestro país, e incluso el porcentaje de mujeres en las universidades es superior al de los hombres, pero desgraciadamente, sigue habiendo machismo.
MUJERES EN LA REPÚBLICA
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