Los musulmanes justifican que otorgar más derechos a las mujeres sería convertir la sociedad musulmana en una sociedad permisiva y amoral (imagen que tienen los musulmanes de la sociedad occidental actual).
A pesar de la indiscutible discriminación de la mujer en la sociedad islámica, el Corán y el Islam como religión no son los culpables de esta desigualdad, sino las interpretaciones sexistas hacia la mujer que se hacen a partir de su lectura a través de los siglos.
A continuación, algunos ejemplos de la igualdad entre hombres y mujeres escritos en el Corán:
1. En el concepto de creación del ser humano, no se hace referencia al sexo (como ocurre con Adán y Eva), sino al concepto de humanidad.
2. No se menciona el pecado original. El Corán habla de una responsabilidad compartida por los dos sexos que fue perdonada y absuelta por Dios. Sin embargo, los musulmanes consideran injustamente que fue la mujer la que cometió el pecado.
El derecho a la educación
La tradición sagrada islámica destaca la obligación del musulmán y de la musulmana de buscar el saber y la educación. El mejor ejemplo es el de la esposa del profeta Mahoma, la Señora Aicha que ha sido una de las más grandes sabias del Islam y cuya se ha transmitido de generación en generación en todas las universidades musulmanas hasta el día de hoy.
Sin embargo, la tasa de analfabetismo de las mujeres en los países musulmanes es de las más elevadas del mundo. Por ejemplo, las dos universidades islámicas más grandes del mundo: Al Karawiyine y al Azhar han sido fundadas por dos mujeres y, a pesar de esto, han sido por mucho tiempo prohibidas a las mujeres musulmanas.
Los derechos políticos
En la historia del Islam, la participación de la mujer en la vida sociopolítica era evidente: sufrieron torturas a causa de su elección religiosa, se exiliaron políticamente, financiaron con sus propios recursos los diferentes proyectos sociales, etc.
Sin embargo, las libres interpretaciones han hecho que, por ejemplo en muchos países del Golfo, el derecho a votar está prohibido a las mujeres.
Los derechos Sociales
La mujer en el Islam tiene el derecho de escoger a su marido. Sin embargo, muy a menudo las mujeres musulmanas están en matrimonios forzados. La mujer en el Islam tiene derecho a pedir el divorcio, el derecho a un domicilio conyugal… y a todo lo que considere conveniente en su matrimonio. Pero estos derechos no se respetan en numerosos países islámicos y en algunos países, hasta es puesta bajo una tutela que la mantiene menor toda la vida.
Además, la mujer musulmana cuenta con independencia financiera: el marido no tiene ningún derecho a beneficiarse de los bienes materiales de la esposa y no puede exigirle una contribución financiera sin el consentimiento de ella. Sin embargo, en ciertos países, el código de los bienes de propiedad está todavía bajo legislación colonial. Por ejemplo, el código de Napoleón (que aun se aplica en países de África del Norte) hace que la mujer cuando se casa pierda todos sus derechos de propiedad, que pasan sistemáticamente al esposo.
Las mujeres musulmanas no constituyen un bloque homogéneo y sus condiciones varían según sus clases sociales, su nivel de instrucción y su espacio geográfico.
Muchas mujeres musulmanas a través del mundo musulmán han empezado una revolución silenciosa de emancipación y de liberación . Muchísimas mujeres están luchando contra las lecturas machistas de los textos sagrados y rechazan que los demás hablen más en su nombre.
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