domingo, 23 de mayo de 2010

1.2.La mujer a lo largo de la historia

El movimiento feminista “moderno” nació con la lucha por la igualdad justo después de la Independencia de los EEUU, la Revolución Francesa y las demás revoluciones burguesas.

El objetivo de la Revolución Francesa era conseguir la igualdad jurídica, de libertad y de derechos políticos, pero estas igualdades no se aplicaron a las mujeres.

En esta revolución las mujeres tuvieron un gran protagonismo. Cuando Luis XVI convocó los Estados Generales, las mujeres quedaron excluidas, así que comenzaron a escribir sus propias leyes y se nombraron “el tercer Estado del tercer Estado”.



En 1972, la inglesa Mary Wollstonecraft redacta la “Vindicación de los derechos de la mujer” donde se reivindica el acceso a una educación semejante a la de los hombres para tener acceso a un trabajo.


Sin embargo, en 1794 se prohibió la presencia de las mujeres en cualquier actividad política, guillotinando y exiliando a las destacaban por su participación en política.

Durante la Revolución Industrial, la mujer pierde prestigio, ya que su trabajo no estaba remunerado y adopta el papel de madre y esposa. Se instaura la familia patriarcal, la propiedad privada y el Estado.

Surgió entonces el feminismo radical y a partir de éste, feminismo cultural en EEUU. El feminismo radical lucha por la superación de los géneros, mientras que el cultural exalta la diferencia (el “principio femenino” y sus valores) y rechaza lo masculino. También surgen el Feminismo Francés de la Diferencia y el Feminismo Italiano de la Diferencia, influenciado por los dos anteriores.

En el nuevo sistema económico capitalista las mujeres del proletariado se incorporaron al trabajo industrial. Sin embargo, las mujeres burguesas se quedaron encerradas en su casa y se las consideró propiedad de su marido y se las marginó de tal forma que acababan en la pobreza si no se casaban.

Mujeres en una industria textil__________Mujer burguesa: madre y esposa.













Las mujeres empezaron a organizaron para reivindicar el sufragio universal, pero fue en 1928, después de la Primera Guerra Mundial, cuando las mujeres inglesas consiguieron el voto.

A mediados del siglo XIX empezó a imponerse en el movimiento obrero el socialismo marxista y apareció la “cuestión femenina”, que explica que el origen de la opresión de las mujeres no eran causas biológicas, sino sociales. Esta idea da lugar a la emancipación de la mujer, a su vuelta al mundo laboral y a su independencia económica.

A finales de los años sesenta, estos valores van desapareciendo. La opresión de las mujeres se daba en el hogar y en el trabajo, con situaciones laborales discriminatorias a pesar de las leyes de igualdad.

Las mujeres de finales de los sesenta se dieron cuenta de que la sociedad capitalista las convertía en objetos de consumo.

Simone de Beauvoir cambió la comprensión de la realidad gracias a su teoría feminista. Betty Friedan dijo que el problema de las mujeres, es “el problema que no tiene nombre”, y el objetivo de la teoría feminista fue “nombrarlo”. Betty Friedan contribuyó a fundar la Organización Nacional para las Mujeres, una de las organizaciones feministas más importante de Estados Unidos.

En los años 80 la sociedad se volvió más conservadora por el triunfo de líderes ultraconservadores y la desaparición del socialismo. Aún así el feminismo no desapareció, pero sufrió grandes transformaciones.

El feminismo institucional tomó importancia. Este tipo de feminismo promueve los pactos interclasistas de mujeres, la formación de grupos de presión, la creación de ministerios o instituciones interministeriales…, como el instituto de la mujer creado en España en 1983.
En la declaración de Atenas de 1992, las mujeres mostraron su deseo de firmar un nuevo contrato social y establecer una democracia partidaria.

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